Las comparaciones, dicen, son odiosas. Que se lo digan al chaval que vive a la sombra de los logros del hermano mayor. A los grupos que publicaron un disco de rock tras el IV de Led Zeppelin. Al director de cine estrenó una cinta de ciencia-ficción futurista tras Blade Runner. O a la gente del Bend Studio de Sony cada vez que ha escuchado como se relacionaba a su nuevo juego con el omnipresente The Last of Us de Naughty Dog, santo y seña de los exclusivos de PlayStation en los últimos tiempos. No creo que haga falta, pero acabemos con esto aquí y ahora: Days Gone no es The Last of Us ni pretende serlo. Compararlos, de verdad, es un ejercicio tan fútil como innecesario.
Days Gone es, principalmente, la historia del motero Deacon St. John y de la búsqueda de respuestas sobre el destino de su mujer, desaparecida cuando se desata el apocalipsis, pero también la de su lugar en un mundo que ha quedado a merced de unas criaturas mutantes a las que la humanidad conoce como engendros (zombis, a efectos prácticos, aunque irónicamente esa palabra que empieza con zeta no se menciona ni una sola vez en todo el juego). A grandes rasgos y sin entrar a comentar detalles concretos, porque ya sabemos cómo está el patio con el tema de los spoilers, solo diré que la trama resulta ligeramente decepcionante; es previsible y derivativa, con situaciones y personajes que ya hemos visto docenas de veces, sorpresas que se ven venir de lejos y no pocos momentos en los que uno arquea una ceja por lo ilógico y cogido con pinzas de determinadas situaciones. Entendedme; no es, ni mucho menos, una historia tan desastrosa como la del guión de una película de serie B o de sobremesa de Antena 3, pero se salva más por la interpretación de los actores (hay que aplaudir el trabajo de Sony en este sentido a la hora de localizar el juego al castellano) y por el propio desarrollo jugable que por la narración en sí.
Un aviso importante, por cierto; aunque la historia tiene una conclusión y un final claro, una vez terminados los títulos de crédito puedes seguir jugando en el mundo abierto para completar objetivos secundarios y recoger coleccionables que no hubieses encontrado durante la aventura principal. Y aquí recomiendo encarecidamente que aguantéis un rato más, porque al poco tiempo -y sin aviso previo- se desbloquean un pequeño puñado de eventos, atando algún cabo suelto y conteniendo uno de ellos una revelación tremendamente importante sobre la trama... y sobre los derroteros que podría seguir una eventual secuela.
from Eurogamer.es http://bit.ly/2XIOtY2
0 comentarios:
Publicar un comentario