Análisis de Marvel's Spider-Man

No es la escena más memorable de Civil War, pero para mí sigue siendo la más especial: durante el intercambio de golpes del aeropuerto, un Capitán América convencido de estar haciendo lo correcto se enfrenta a un Spider-Man primerizo, motivado por sus ganas de impresionar a Tony Stark y probar su valía frente a héroes a los que en cierto modo idealiza. La pelea transcurre con cierta normalidad, hasta que el Capi tira de galones, improvisa un plan y derrota al pobre Peter, obligado a soportar bajo sus hombros una cantidad considerable de peso que le impide moverse. Asombrado por el esfuerzo y con cierta curiosidad por la valentía del joven contra el que ha peleado le lanza un cumplido y una pregunta reveladora "¿De dónde eres?", ante lo que Spider-Man responde "Queens". Steve Rogers sonríe en una mueca burlona y finaliza con un divertido "Brooklyn" como réplica, corriendo hacia su siguiente objetivo.

En su superficie no es más que una broma, una pulla basada en localismos dentro de la ciudad de Nueva York, pero a poco que rasquemos encontramos el tejido que conforma el mismísimo corazón de Marvel: la idea de que son más que personajes de ficción, que las diferencias entre ellos y nosotros no son otras que unas cuantas habilidades especiales y trajes coloridos. Crecer durante más de 20 años leyendo cómics de Spider-Man o el Capitán América permite apreciar más estos detalles, no cabe ninguna duda, pero si algo ha marcado a la compañía es su capacidad para que múltiples generaciones se identifiquen con sus protagonistas; y nadie lo ha hecho mejor en ese sentido que Peter Parker, un joven adolescente con problemas de dinero, familiares, de chicas y cuyo único elemento diferenciador es una galería de supervillanos que parece sacar componentes hasta de debajo de las piedras -especialmente las más cercanas a él-.

Es por eso que la tarea más importante de Insomniac Games a la hora de afrontar este encargo no era otra sino capturar el espíritu del personaje, permitiéndole que impregne todos y cada uno de los elementos que conforman el juego. La referencia más fácil y rápida para esto es Rocksteady, quienes en su trilogía de Batman consiguieron trasladar la oscuridad, el misticismo y también la contundencia del hombre murciélago a mecánicas básicas como el combate, el sigilo y la exploración. Una comparación que parecen haberse tomado casi al pie de la letra, ya que el juego que nos ocupa es un calco descarado tanto de lo bueno como de lo malo de la obra del estudio inglés; y son solo los detalles, las pequeñas cosas, las que convierten a este Marvel's Spider-Man en un juego mucho más especial de lo que parece en un primer vistazo.

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