Heaven’s Vault es una aventura en un mundo abierto donde te conviertes en Aliya Elasra, una arqueóloga que explora ruinas antiguas, traduce inscripciones y desvela los cuatro mil años de historia de la Nébula que hemos creado para el juego.
Pero no todo son templos ruinosos y minas perdidas. Cuando Aliya no está investigando el pasado, habla con la gente en las ciudades y mercados de su mundo para encontrar nuevas pistas.
Hemos tardado cuatro años en crear Heaven’s Vault. ¡Fundar toda una civilización partiendo de cero no es fácil! Descubrimos que, por cada cosa que había que decidir, había otra decisión que debíamos tomar.
Por ejemplo, si determinamos lo que la gente comía, entonces debemos saber cómo lo producían, cómo se distribuía y cómo se pagaba por ello. ¿Y se repartía equitativamente o no?
Tuvimos que investigar mucho, consultar fuentes tan diversas como los sistemas de trueque de las islas de Polinesia o los ejes comerciales de la Ruta de la Seda. Hemos tomado prestadas y hemos adaptado ideas de un montón de culturas y etapas históricas, a la vez que intentamos no incluir en nuestra sociedad nada que no haya sido real.
Pero había una cuestión de la historia cuya respuesta era fundamental. ¿Qué aspecto tiene la gente en nuestro mundo?
A la hora de diseñar un mundo nuevo resulta fácil ser fiel a lo que te inspira haciendo que todos tengan un aire similar. Por ejemplo, si te inspiras en la Antigua Roma, haces que todos tus personajes parezcan italianos. Pero la historia nos dice algo diferente: Roma era un crisol de culturas, un punto donde confluían Europa, África y Oriente Medio, entre otros. Era un lugar tan diverso como lo son hoy en día Londres o Nueva York. Las grandes ciudades siempre atraen a gente de todas partes.
Así que nos planteamos la geografía de nuestro mundo y nuestros cuatro mil años de historia, y empezamos a hacer preguntas. ¿Cómo se originó este mundo? ¿Cómo se desarrolló? ¿Cómo se expandió la población? ¿Dónde fueron? ¿Dónde se concentraron? ¿Qué puntos evitaban? ¿Dónde prosperó la sociedad? ¿Y dónde no prosperó?
Y a partir de las respuestas a dichas preguntas surgieron las dinámicas y diversas poblaciones de Iox, Elboreth y las demás lunas. Los habitantes de cada una de esas lunas, y los personajes que conocerás en ellas, son el resultado de su posición en la Nébula, de sus relaciones y de una verdad fundamental en la historia: la gente se mueve.
La consecuencia es un mundo tan variopinto como el antiguo Bizancio, el Londres medieval o el moderno Brooklyn. Un mundo que, en nuestra opinión, resulta coherente, emocionante y sorprendente, lleno de gente de todos los colores, tamaños y formas. Un mundo que no quiere encajar en un molde.
Hoy puedes adentrarte en ese mundo, explorar sus misterios y conocer a su gente, porque Heaven’s Vault ya está disponible. Navega por los ríos de la Nébula y cuéntanos a quién has conocido en los comentarios de abajo.
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