Junto con World of Warcraft y The Elder Scrolls Online, es innegable que otro de los MMORPG más exitosos a día de hoy es Final Fantasy XIV. A medida que han ido pasando los años la cantidad de usuarios no ha parado de crecer, así como su contenido, habiendo recibido hasta la fecha un total de dos expansiones.
La decimocuarta entrega de la saga se ha convertido en una de las más aclamadas y no para de mejorar con cada nueva actualización que es implementada. Dentro de unas semanas se ampliará a lo grande con motivo del estreno de Shadowbringers, la que será su tercera expansión cargada de novedades de todo tipo.
Para tener claro qué es lo que nos vamos a encontrar, gracias a Square Enix hemos viajado hasta Londres para probar un gran adelanto de estos nuevos contenidos sobre los que vamos a pasar a hablaros en profundidad a continuación, pese a que en mi caso es la primera vez que he tenido ocasión de adentrarme en el mundo de Hydaelyn.
Los guerreros de la oscuridad pasan a la acción
Durante la presentación se han revelado los detalles justos y necesarios acerca del argumento de esta expansión. De este modo sabemos que, a causa del desequilibrio provocado por las victorias de los guerreros de la luz a lo largo de todo este tiempo, ahora deberán convertirse en guerreros de la oscuridad con el fin de mantener el orden.
La acción transcurrirá esta vez en Norvrandt, donde podremos visitar las ciudades de Eulmore y el Crystarium, la única de las dos que sí pudimos recorrer y os podemos asegurar que su tamaño es inmenso. Además, pudimos explorar algunos de sus alrededores con unos entornos de fantasía en los que las flores abundan por todas partes junto con lagos y altas montañas que los cubrían.
Sobre la historia no os podemos comentar nada más en especial dado que no pudimos completar misiones, tan solo explorar el escenario y enfrentarnos contra las criaturas que habitaban en ellos. Lo que sí sabemos es que en la versión final habrá un total de seis áreas para vivir toda clase de aventuras: Rak'tika, Amh Araeng, Il Mheg, Kholusia y Lakeland.
Donde pasamos la mayor parte del tiempo fue en Il Mheg, una tierra encantada en la que habitan nuevas tribus, entre ellas los pixies, unos duendecillos juguetones y un tanto traviesos, aunque también estarán otras como los Nu Mou y los Dwarves. Aun así, tampoco faltarán los nuevos aliados que nos ayudarán en esta nueva aventura y los villanos que deberemos derrotar.
En resumidas cuentas, el contenido será tan gigantesco que Square Enix ha prometido que será equivalente al de un RPG completo, lo que nos hace entrever que nos esperarán decenas de horas de acción sin parar desde el primer día.
El Gunbreaker, el Dancer y los numerosos cambios en las clases
Si no eran suficientes todos los trabajos disponibles hasta el momento, la cantidad aumentará un poco más con la llegada de un par nuevos: el Gunbreaker y el Dancer. El primero de ellos se tratará de un tanque, mientras que el segundo será un DPS que atacará a distancia. Además, hemos podido probar a ambos con las nuevas razas que también se introducirán como serán los Hrothgar y las Viera, sobre las que hay que detallar que los primeros serán únicamente personajes masculinos y las segundas femeninas.
En el caso del Gunbreaker nos recordará a Final Fantasy VIII al estar basada la clase en Squall empuñando su sable pistola y contando con una serie de ataques que le permitirán atacar cuerpo a cuerpo y otras habilidades con los que será capaz de atacar desde algo más lejos. Por su parte, el Dancer lleva equipado un par de chakras que arrojará a los enemigos a medida que va realizando bailes para potenciar sus capacidades y que va a requerir bastante práctica para sacar el máximo partido de todo lo que ofrece.
Eso sí, el resto de clases no se quedarán de brazos cruzados y también se verán afectadas por unos cambios muy a tener en cuenta. Para empezar todos los tanques y los DPS dispondrán ahora de una habilidad para interrumpir los ataques de los enemigos y así silenciarles para que no ejecuten los casteos de sus ataques más demoledores, aunque no funcionará con todos.
Lo que sí ocurrirá en todas las clases es que ciertas acciones se eliminarán y serán sustituidas por otras nuevas, del mismo modo que los valores y características de otras tantas se revisionarán para equilibrarlas. Los tanques y los healers serán los que más se verán afectados por estas modificaciones, lo que causará que todos los trabajos de tanques pasen a ser viables para los principales como para los secundarios, mientras que los healers ganarán nuevas habilidades, en especial el mago blanco al recibir una cura instantánea, a costa de perder el hechizo Protect.
En lo que respecta a los DPS solo el Bardo, el Maquinista o el Invocador serán los que recibirán cambios más significativos. Lo que será igual para todos es que el límite de daño se incrementará a 9.999.999 millones o que el MP tendrá ahora un límite que hará que aumente como máximo hasta los 10.000 puntos.
Más allá de todo esto, la efectividad de las sinergías entre algunos trabajos se reducirán y al alcanzar el nivel 80, el máximo nivel que se podrá conseguir en esta expansión, se habilitarán nuevas misiones. Los Gunbreaker y los Dancer también tendrán a su disposición sus propias misiones cuando suban al nivel 60 y al 70.
Afrontando las nuevas mazmorras en solitario
Durante nuestra partida una de las novedades que pudimos ver con más detalle es el nuevo sistema Trust. Gracias a él ya no será necesario buscar a otras personas para formar un grupo con el que poder adentrarnos en las mazmorras para completarlas, ya que los tres huecos restantes se completarán con héroes controlados por la inteligencia artificial, pero no unos cualquiera, sino que serán algunos de los más conocidos de toda Eorzea.
Antes de comenzar el juego nos permitirá seleccionar qué clases queremos que desempeñen estos héroes para así formar un grupo perfecto y acorde a nuestros gustos o necesidades. Por suerte la inteligencia artificial de nuestros compañeros será lo suficientemente elevada para que, si nosotros jugamos medianamente bien, no debamos tener demasiados problemas para superar las mazmorras, aunque naturalmente no serán tan poderosos como los personajes controlados por otras personas.
Nosotros solo pudimos jugar una de las nueve mazmorras nuevas y se trataba de Dohn Mheg, ambientada en medio de un bosque con un total de tres jefes finales. No obstante, su tamaño era enorme y los jefes finales disponían de mecánicas nunca vistas hasta el momento que tampoco os queremos destripar por si queréis descubrirlas por vuestra propia cuenta, pero sin duda resultaron de lo más interesantes y al jugar en grupo hubo un jefe en concreto que nos costó varios intentos hasta logar coordinarnos para vencerle.
Por lo demás, en la expansión también nos encontraremos todo lo siguiente: nuevas misiones de crafting y gathering, cambios en los colores de la interfaz, la opción de ver el porcentaje de vida de los enemigos, cambios en algunos atributos, las mascotas contarán ahora con sus propias acciones, la velocidad a la que aumentará el limit gauge se ajustará, así como las bonificaciones de los grupos, entre muchas otras novedades.
Personalmente, para ser mi primera vez en Final Fantasy XIV, he de decir que ha sido una experiencia fabulosa. Tras llevar un buen rato jugando me he quedado con ganas de más y sobre todo de explorar más a fondo los nuevos contenidos de Shadowbringers, así que es probable que a partir del 2 de julio me convierta en sume a los caballeros de la oscuridad cuando la expansión salga a la venta en PS4 y PC.
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