La saga de artes marciales mixtas de EA Sports alcanza su propia madurez a través de su cuarta entrega bianual. Y pese a que UFC 4 ya no cuenta con el factor novedad -el carácter experimental de sus primeras (y valientes) incursiones en el género de la lucha se ha diluido- tampoco cede un ápice de la espectacularidad, visceralidad y crudeza que los fans de la Ultimate Fighting Championship esperan encontrar en el octágono.
La UFC regresa a las consolas con sus golpes brutales, sin necesitar piruetas de fantasía o movimientos con chispazos de colores para dejarnos con la mandíbula desencajada. Lo hace a través de una entrega que, tras tres lanzamientos, es consciente de sus flaquezas anteriores. Y pese a que Bruce Lee está entre sus contenidos de pago, ya no necesita invitados estelares con los que captar la atención. Lo cual no quita que el star system del sello EA Sports sigue siendo una de las claves de la experiencia.
Porque este año el Ultimate Team se queda fuera de la ecuación. Y posiblemente nadie lo echará de menos: aquello que funciona de maravilla en FIFA y cualquier disciplina de deporte por equipos no terminó de cuajar en una experiencia centrada en los combates individuales sobre un ring octogonal.
Una opción menos de juego, sí, al dejarlo fuera de la mesa también ha permitido reforzar otras experiencias.
De partida, porque EA Canada ha hecho sus deberes en lo referente al apartado jugable. Los controles son menos complejos -lo cual es un acierto total- gracias a un sistema de golpes dinámicos, se ha simplificado el modo de iniciar un derribo y se ha añadido una mayor fluidez a los cierres sin que eso suponga renunciar a cómo se planteó la serie UFC desde sus inicios: ofrecer una experiencia de artes marciales mixta que sea realista más allá de lo visual.
Lo cual no quita que UFC 4 sea un coloso a nivel visual. El logradísimo nivel de fotorrealismo del motor del juego de las entregas anteriores dice presente. Difuminando, a su modo, la barrera entre los combates televisados y los videojuegos. Una vez hayamos dominado el sistema de juego y la torpeza inicial de nuestro luchador haya quedado atrás, la fluidez con la que transcurren los combates termina de hacer la magia.
Y pese a que los que vienen de entregas anteriores apenas notarán cambios a imagen parada, el conjunto de novedades técnicas de esta edición aparece cuando podemos tomar el control de la situación a través de animaciones muchísimo más cuidadas y reflejando la fuerza de los impactos a través de ondas de choque que se manifiestan en el cuerpo de los luchadores con una naturalidad sorprendente y que hace todavía más explosivas las repeticiones.
Lo cual nos lleva a la pregunta de rigor: ¿es UFC 4 la manera definitiva de experimentar la Ultimate Fighting Championship desde casa? Lo que ya te podemos adelantar es que los fans de las artes marciales mixtas quedarán muy contentos con el resultado y que su sistema de progresión está pensado para que no nos limitemos a jugar durante las vísperas del siguiente gran evento.
De los combates callejeros a la cima de la Ultimate Fighting Championship
Como es tradición en los juegos de EA Sports, la primera toma de contacto con UFC 4 nos traslada a una partida a punto de empezar. Una manera estupenda tanto de romper el hielo como de mostrar las novedades que encontraremos y, a su vez, de introducirnos en el replanteado modo carrera del juego, el cual pasa -junto con el sistema de progresos- a ocupar el máximo protagonismo del título.
La idea del modo Carrera de UFC 4 no se descarrila demasiado de lo que se puede esperar en juego deportivo de EA Sports o 2K: una vez nos hayamos creado un personaje al gusto se nos introducirán las mecánicas básicas del juego de manera progresiva. Cómo atacar y defendernos, cómo sacarle el máximo partido a la nueva jugabilidad y, finalmente, cómo mejorar nuestras habilidades.
A nuestra disposición tendremos hasta cinco estilos de artes marciales (kickboxing, boxeo, wrestling, jiu-jitsu o una alternativa que busca cierto equilibrio) y no tardaremos en ponernos bajo la tutela de Davis, un entrenador que nos fichará durante el combate callejero inicial y que, de manera gradual, nos llevará hacia las competiciones profesionales.
Davis no es un NPC que sirve de enlace con el juego, es un personaje elaborado como si UFC 4 tuviese un modo historia, ofreciéndote buenos tratos y combates interesantes mientras intercambia líneas de diálogo con todo lo que te rodea. A fin de cuentas, es tu entrenador y quien sacará brillo del diamante en bruto que el personaje que has creado.
Eso sí, conviene recalcar que el modo Carrera de UFC 4 no es precisamente una trama argumental. Lo cual no quita que se haya aprovechado para diseñar nuevos escenarios para la ocasión (y el resto de modos) con los que intentar amortiguar el efecto de luchar siempre en el mismo octágono. Un detalle pequeño pero realmente agradecido.
De hecho, la nueva apuesta por las artes marciales mixtas de EA Sports pone un énfasis especial en la manera que progresamos y, sobre todo, cimentamos nuestra identidad en el octágono. De modo que durante el desarrollo de los combates iremos perfeccionando cada vez más más los golpes y técnicas que ejecutemos, lo cual queda reflejado en pantalla con un sello de progreso y, lo que es más interesante, en la contundencia y modo el modo en el que ejecutaremos el ataque.
El sistema de personalización que nos ofrece el modo Carrera no solo evoluciona en función del personaje que nos creemos y durante el desarrollo de los propios combates, sino que también tendremos ventajas y mejoras esperándonos en los menús de juego. Ahora bien, esto es la UFC y no un teatrillo con luchadores: podremos salir mal parados de un combate, con lo que también deberemos preocuparnos de reponer nuestras lesiones tras los entrenamientos o peleas.
De hecho, las lesiones también tienen un peso especial en el modo Carrera. Estaremos expuestos a ellas incluso en las peleas casuales y recuperarnos de ellas es parte de la experiencia. Pero también generarán cierto interés por nuestro personaje por parte de nuestros fans y nuestros adversarios que podemos usar en nuestro beneficio.
Como ocurría con El Camino, el modo historia que estuvo presente en tres entregas de FIFA, EA Sports ha integrado en la ecuación elementos sociales en los que interactuamos (en este caso sin guión) con otros luchadores, nuestros fans y todos aquellos que nos acompañan en nuestro viaje hasta la cima de la UFC. Podremos entablar amistades y rivalidades dentro y fuera del ring e incluso aprovechar para aprender movimientos de otras estrellas.
Eso sí, también pueden surgir rencillas que derivan en verdaderas enemistades si lesionamos a nuestros compañeros de lucha o les hacemos un feo público. Porque también podemos tomar el rol de un luchador arisco (y eso, lo creas o no, también genera seguidores).
A fin de cuentas, nuestro personaje parte de las carreras callejeras, y Davis nos entrenará y nos pondrá en vereda para acabar siendo un profesional. Sin embargo, como comentamos, la progresión de UFC 4 nos permite tomar nuestras propias decisiones y elegir en qué tipo de circuitos queremos competir. Desde los combates entre aficionados al Contender Series del propio Dana White, el presidente de la Ultimate Fighting Championship que, por cierto, también es un luchador seleccionable.
O dominas el arte de romper costillas o vas a salir con algún diente menos
En todo los juegos de lucha se repite la misma consigna y UFC 4 no es la excepción: la base es sencilla de entender pero dominar las mecánicas lleva días, meses o toda una vida. Cada botón principal está dedicado a un brazo o una patada y podremos cambiar la postura para acomodarnos a nuestras lesiones o sacar ventaja de las flaquezas del enemigo. Por ejemplo, si se cubre demasiado de por la derecha o si ya viene tocado de un costado.
Los combates mantienen el mismo ritmo de las peleas reales de manera magistral, y cada golpe y técnica tiene como precio a pagar una cantidad de resistencia que, una vez gastada, se repone según lo que estemos haciendo sobre la lona, delimitándose también la fuerza y alcance de las mismas.
Es decir, no cuentes con hacer patadas giratorias hasta aburrir al rival o conseguir que desista de sus intenciones. Y lo mismo se aplica a todos esos puñetazos que irremediablemente acaban perdiéndose en el aire. Como lagrimas en la lluvia.
Como es de esperar, la tecnología Real Player Motion (RPM) vuelve a eclipsar el flamante acabado visual del juego, logrando unas físicas fluidas y, a la vez, completamente realistas.
Si bien es palpable la mejora, sobre todo en las animaciones de los derribos, lo que dará ese extra de rotundidad son las llamadas instancias de gran impacto, golpes brutales que no solo tienen un efecto en el físico del luchador peor parado, sino que se manifiestan en pantalla con efectos de desorientación.
Mención especial a la revisionada fase de sometimiento, la cual dará pie a lo que se pueden interpretar como minijuegos con los que presionar o intentar zafarnos según las circunstancias o un Ground and Pound rediseñado para que tengamos más claro qué esta pasando y qué podemos hacer.
Dicho de otro modo, tras apresar a nuestro enemigo (o ser apresado) se ha logrado reducir lo suficiente lo suficiente esa sensación de estar atrapados en una interminable partida de Twister.
Sobre la movilidad, podremos desplazarnos abiertamente por el octágono y esquivar con nuestro cuerpo con el stick derecho. De modo que, como en las entregas anteriores, parte de la victoria se alcanza a base de precisión a la hora de atacar y la otra mitad a base de observar a nuestro contrario y usar sus flaquezas en su contra. Esto puede parecer un tópico de los juegos de lucha, pero en UFC 4 esto tiene un matiz mucho más especial.
EA Canada ha replanteado el sistema de clasificación de los luchadores, de modo que no solo se ha determinado lo que podemos llamar su valoración a base de estrellas, sino que se les ha dado una serie de puntos fuertes y débiles en función de los resultados de su rendimiento en el mundo real.
Por decirlo de algún modo, se trata de una disciplina competitiva individual y -a diferencia de FIFA- no tendremos un equipo detrás con el que compensar las flaquezas. Así, como hacen los luchadores de la UFC deberemos tener en cuenta nuestros límites y fortalezas, pero también tener muy presentes los de nuestros rivales.
Es decir, deberemos estudiar las ventajas con las que contamos en el ring y tener en cuenta a qué nos estamos enfrentando. Sobre todo si subimos lesionados.
Lógicamente, podemos llevar a nuestro personaje creado a prácticamente todos los modos de juego. Tanto online como offline, incluyendo competiciones como las batallas relámpago, eventos online en los que se producen rotaciones en las reglas de combate. A lo que hay que sumar opciones de lucha tradicional (con barras de salud), combates sin sometimientos y, cómo no, partidas con reglas personalizadas.
Como comentamos, el Ultimate Team ha sido eliminado del juego. Y no solo tiene bastante lógica sino que la popia naturaleza del juego encaja más y mejor con el sistema de progresos establecido, en el que podremos desbloquear y comprar (incluso con dinero real) complementos y elementos estéticos.
Desde camisetas temáticas a pelucas de Super Saiyan. EA Sports ha buscado alternativas para que el jugador tenga siempre nuevos motivos para regresar. Y, sin llegar colmarnos de opciones, las novedades de UFC 4 van bien encaminadas.
La opinión de VidaExtra
Si bien UFC 4 no es la máxima prioridad del sello EA Sports (de hecho, no ofrecerá Doble Versión para actualizarse en la Next Gen), su enfoque como juego de lucha -casi de nicho- le ha permitido evolucionar su propia fórmula de manera mucho más acertada y, a la vez, hacerla más atractiva para cualquier apasionado por la Ultimate Fighting Championship.
Especialmente, con vistas a aquellos que pasaron por las entregas anteriores y no terminaban de estar contentos con el sistema de ataques y derribos.Eso sí, el núcleo jugable está intacto y eso es muy positivo.
En este aspecto, y sin ser perfecto, el nuevo modo Carrera es una estupenda carta de bienvenida para abordar la serie UFC de EA y, de paso, zambullirse de lleno un sistema de mejoras que nos tendrá encadenando un combate tras otro hasta salir demasiado lesionados como para volver a subirse al octágono.
Permitiéndonos luchar y tender lazos de amistad y rivalidad con algunas de las máximas superestrellas de las artes marciales mixtas sin que realmente echemos en falta un modo Ultimate Team que, siendo justos, nunca llegó a terminar de despegar.
Lógicamente, el peso de la siglas de la competición y los nombres propios que la integran son parte central de la experiencia. Si solo buscamos un juego en el que dar patadas giratorias nos vamos a encontrar de frente con un juego de lucha realmente profundo, pero no lo suficientemente intuitivo.
Porque la propuesta de artes marciales mixtas de EA Sports exige, sí o sí, un periodo de adaptación. Que entendamos que tanto los esquives rápidos con el stick como cubrirse de manera acertada son tan importantes como encajar un golpe apoteósico. Que además de mejorar o entender a nuestro luchador deberemos de tener la capacidad estratégica de leer (o tener presentes) las intenciones de nuestros rivales.
Y, en última instancia, de que lo aprendido, lo mejorado y las lesiones que adquiramos en cada combate, incluso en los improvisados, serán determinantes para la siguiente vez que nos subamos al ring.
UFC 4 se posiciona como una experiencia redonda para los apasionados por Ultimate Fighting Championship. Es el reflejo de todo lo que funcionó y descarta sin reparos lo que no llegó a cuajar en las tres entregas anteriores. Poniendo tanto en pantalla como mando en mano toda la esencia, la espectacularidad y la brutalidad de los grandes eventos de las artes marciales mixtas.
UFC 4
Plataformas | PS4 y Xbox One |
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Multijugador | Sí |
Desarrollador | EA Sports |
Compañía | Electronic Arts |
Lanzamiento | 13 de agosto de 2020 |
Precio | 64,99 euros |
Lo mejor
- Un apartado visual y técnico espectacular
- EA Sports ha capturado toda la emoción de la UFC
- El enfoque del modo carrera es un acierto que debe pulirse en futuras entregas
Lo peor
- Pese a todas las mejoras jugables, sigue sin ser tan intuitivo como otras propuestas de lucha.
- A diferencia de FIFA 21 o Madden NFL 21, no habrá doble versión con mejoras para PS5 y Xbox Series X
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