Red Barrels ha confirmado a GamesIndustry la causa de los problemas que tuvo con la agencia de calificación por edades australiana.
Al parecer, la escena que causó que en su momento se le denegara la calificación por edades (y por tanto evitaba su venta), era un vídeo descartado de una versión alfa del juego que no iba a llegar al juego final.
Al enviar la versión final de dicho vídeo, la agencia australiana optó por calificarlo con un +18 y permitirá su venta. Red Barrels asegura que las versiones que se pondrán a la venta en todo el mundo serán las mismas y que la australiana no tendrá contenido recortado.
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